· Controlan tu persona, te cambian el humor.
· Arruinan tu relación con las personas que querés.
· Tomás riesgos que desconocés.
· Destruyen (algunas lenta y otras rápidamente) tu salud y tus afectos.
· Te llevan a gastar lo que no tenés.
· Producen una “falsa felicidad” que te deja vacío.
· Te alejan de la realidad y te vuelven violento y triste.
· Te dan miedo, ansiedad, fatiga, insomnio, producen falta de atención y coordinación.
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